Tierra Adentro

Señales de ruta

Titulo: Señales de ruta

Autor: Andrés Paniagua y César Campos

Editorial: Herring Publishers

Lugar y Año: 2019

Señales de ruta (Herring Publisher, 2019) es un texto escrito por Andrés Paniagua y César Campos, editado por Oliver Herring y Oswaldo García. Digo texto para eludir afirmarlo como libro, ensayo, poema o cuento. El texto pide, antes de ser leído, que te detengas a pensar qué hacer con él. Cómo hacerlo, pues leer como el acto lineal aprendido en la educación primaria queda suspendido en primera instancia. Por eso mismo es difícil escribir sobre un libro que no puedes hojear. Hacer una reseña sobre una serie de textos que no son unidos ni por el encuadernado del libro. Creo que nuestra forma de entender el fenómeno literario está centrada en la idea de unidad: uno comienza a poder hablar sobre un poema cuando lo logra ver como un todo, en eso consiste el trabajo hermenéutico, en concebir a la obra y al autor como un sistema cerrado.

El objeto del que queremos hablar es un rectángulo blanco que pesa 87.5 gramos y mide 14.3 x 10 x 1.2 cm. Dentro contiene tarjetas impresas por los dos lados. Para manipular este objeto debes sacar las tarjetas y dejar la caja rectangular de lado. Por torpeza se te pueden caer y quedar esparcidas y desordenadas. No importa. Se puede comenzar a leer desde ese lío. También puedes colocarlas en una superficie y pasar las tarjetas una por una hacia la izquierda siguiendo el orden propuesto por sus autores.

Para ambos casos, las fichas están numeradas consecutivamente pero eso es una falla en lo que propone el objeto textual, pues regresa a imponer un orden preconcebido que para el texto no es necesario. Desde sus contenidos se propone como una escritura contingente. Fue escrito por correo desde el trabajo y lo acompañan reflexiones sobre la ambigüedad de las certezas. Por eso no es casual la elección del formato fichero que abre las formas de lectura y límites de lo que sería un libro. Pero tampoco es un trabajo radical: el fichero es un gesto que recuerda tradiciones experimentales hispanoamericanas, pero Señales de ruta no se define por el fichero. Ahí se queda flojo, pues me parece que o tomas la experimentación y te dejas ir o numeras las páginas y haces un libro, no ambas.

Retomando la idea inicial que construye los saberes en unidades, ha habido también casos en que se quiere luchar contra ello. No es que sea malo que los conocimientos del hombre

recaigan en libros con un orden unitario, pero ciertamente homogeniza las formas en que se puede conocer y expresar.

Recientemente se publicó en México el proyecto Permanente obra negra (Sexto piso, 2019) de Vivian Abenshushan. Este libro es varios libros y a veces deja de ser un libro pero sí es un libro. Se publicó en tres formatos, como libro-libro, como libro suajado y como fichero. A éste lo atraviesan retazos, citas, escritura dispersa sobre el trabajo no remunerado de los escritores fantasmas o negros literarios como antaño se les nombraba, reflexiones sobre escrituras conceptuales de América latina y Europa. No hay relación entre estos dos ficheros más que el espíritu del que encarnan.

Como un eco aparece el fantasma de Walter Benjamin con su Libro de los Pasajes, trabajo inconcluso que consiste únicamente en una compilación de citas en cuatro idiomas sobre documentos y teorías del capitalismo en el París del siglo XIX. Existe la especulación de que éste iba a ser un ensayo formal y que por el contexto de la Segunda Guerra Mundial y la muerte del autor quedó inconclusa, lo cierto es que es un archivo de citas y comentarios dispersos. En él yace una teoría sobre el conocimiento de la historia desde los fragmentos olvidados. Lo cual recobra sentido con las hojas con citas que Bejamin dejó.

Para Señales de ruta este libro es importante, pero también el espíritu anarco-punk de las cartoneras latinoamericanas. Ediciones en las que lo importante es que los libros salgan y circulen. Editar rápido. Imprimir como fichero es también un asunto económico, pues es más barato imprimir fichas que armar libros y encuadernarlos. No parece una edición cartonera por la fina manufactura de la editorial queretana Herring Publisher pero bebe de esa idea.

Estamos frente a un texto repartido en fichas numeradas por corrección política o error, dos autores y una caja. Decidamos leer como Rayuela, siguiendo el orden propuesto o sacándolas al azar; hay una experiencia que reclama ser abierta. A pesar de la continuación innegable de nuestra mente al momento de leer cualquier cosa, no hay un sentido cabal en el texto y formalmente tiene algo de político. La forma dice algo sobre el contenido: te obliga a pensarla para poder entrar.

Ahora al interior de la caja. Los textos son poesía, no por la forma sino por su desconocimiento de las lógicas normalizadas del mundo. No importa mucho qué se dice sino

que lo que se está diciendo nos hace ver, oír y pensar el lenguaje. Después de todo, qué es la poesía sino ir hacia el lenguaje.

Los trozos de lenguaje tienen un tono directo, íntimo, casi confidencial. No como testimonio político o de una intimidad feroz como los diarios pero parten de que sabemos de lo que estamos hablando. Eso pretenden. Recordemos que materialmente cada uno de los textos fue escrito por correo electrónico teniendo como destinatario al otro escritor. De Andrés Paniagua para César Campos y de César Campos para Andrés Paniagua. Asistimos a una amistad que por error o por astucia podemos leer.

Dice una de las primeras fichas:

“A partir de ahora la tarea puede entenderse como la caza de un salmón.

Alguien allá afuera se confunde y arponea las olas.

Mientras tanto, en la cabina el relator del viaje se dedica a transcribir los bramidos de los peces (11).”

No sé ustedes, pero yo no estoy ahí. Me gustaría estarlo, eso sí. ¿Cuál tarea, cuál salmón?, ¿Quién me está diciendo qué?, no creo que los peces braman pero imaginar ese sonido se me antoja. Me parece que no hay respuestas pero a través de las fichas formamos una comunidad imaginaria, participamos de un diálogo con sus códigos secretos, sus misiones e incertidumbres. El efecto es el de un cadáver exquisito, ese experimento vanguardista donde uno dice lo que sea a partir de lo que sea que el otro escribió. Sin embargo hay motivos y repeticiones.

El salmón reaparece como alegoría de las posibilidades del silencio. El salto del salmón en el agua como esa tos azarosa que podemos no escuchar. La idea de casa es constante para derivar y pensar los límites de lo habitable y como lugar de exhibición. Una casa es un cubo blanco, el texto que conforma Señales de ruta está en una caja blanca, ambas formas de habitar en comunidad. La casa nos recuerda también a la precariedad y las constantes mudanzas de nuestra generación sin prestaciones laborales.

Entonces César Campos, Andrés Paniagua, Oliver Herring y Oswaldo García como por azar crearon un raro objeto literario. Se ha hablado de hacer otra edición pero normal: como libro.

Perdería la ambigüedad y los leves riesgos de ésta, pero la experiencia de perderse en una comunidad a la que eres momentáneamente bienvenido permanecería.

Señales de ruta no concluye ni cierra nada, es acaso un proyecto que tensiona el deber ser de un texto legible, el diálogo a susurros de un canon poético imaginario en el que desfila Juan de Dios Martínez y Mario Montalbetti, una confesión sobre modos de vida y una profunda amistad que se cimienta en el lenguaje. Su tema es quizás la confesión y el desvío, el método, los guiños blandos a lo experimental. Nos exponen a una sesión, quizá no lo pensaron así, pero el libro es una transferencia: aquel intercambio entre inconscientes en que se juega el miedo; los deseos mediante lo expresivo. Si lo pensamos así, que tal vez sea desviarse mucho, la forma no podría ser otra sino el de la carta clausurada: notas íntimas dirigidas a quien se acerque.


Autores
M.S.Yániz. Crítico y ensayista especulativo. Cursa estudios de filosofía crítica en The New Centre for Research & Practice. Escribe sobre formas discursivas tanto materiales como poéticas que tensionen lo político. Textos suyos han aparecido en FILME, Terremoto Contemporary Art in the Americas, FalsoRecord (colombia), PICS del Centro de la imagen, entre otras. Coeditó los Ensayos Completos de Tomás Segovia en Ediciones sin Nombre. Tradujo el libro inédito de Mark Fisher, Comunismo ácido publicado en Herring Publisher con ilustraciones de Diana Cantarey.
Secretaría de Cultura