Brasil del carnaval, el “de todas las religiones”, el “de todos los tratados de paz”, de la alegría inequívoca, de la antropofagia que nos une “socialmente, económicamente, filosóficamente”.
Neymar intentó toda la noche remontar un marcador ante el Paris Saint-Germain que parecía imposible: corrió, pidió balones, dribleó, defendió a Messi, aventó a Thiago Silva por querer consolarlo, no reclamó demás, si le pegaban se levantaba de inmediato.