Lo llamaban “El Rey del Monte”, y era un árbol legendario cuya historia era deslizada de boca en boca hasta parecer una aseveración de la geografía y no una historia para niños inquietos.
Realmente, el mundo está poblado de brujas;
unas más benignas, otras más implacables;
pero el reino no solo de la fantasía,
sino el de la realidad evidente pertenece a las brujas.
Llegó marzo y las jacarandas se llenan de flores, inicia el bullicio de las movilizaciones por el 8M, sentimos gusto, enojo y tristeza, por la visibilización extra que se le da a nuestras miradas y reclamos.