Ha pasado a la historia la anécdota de que, al preguntarle al papa Juan XXIII la razón por la cual había decidido convocar un nuevo concilio, respondió sencillamente que se trataba de un aggiornamiento, una “puesta al día”.
Llegó marzo y las jacarandas se llenan de flores, inicia el bullicio de las movilizaciones por el 8M, sentimos gusto, enojo y tristeza, por la visibilización extra que se le da a nuestras miradas y reclamos.