Me siento sobre las barras de metal, a pocos centímetros del piso, que rodean a las columnas de la Terminal 1 del Aeropuerto de la Ciudad de México mientras espero a que un Uber me traiga el abrigo, olvidado en la percha de la entrada de mi depa.
Me inocularon el virus en Tepito y se activó un año después en el picadero de Jamaica o cómo pude evitar el contagio practicando la permacultura
Pero no solo no comprendí lo que pasaba
sino que me asusté.