Mi olfato le anticipa al resto de los sentidos la experiencia que se viene: el aire huele a sudor fermentado, caliente y denso como un temazcal de hormonas.
Llegó marzo y las jacarandas se llenan de flores, inicia el bullicio de las movilizaciones por el 8M, sentimos gusto, enojo y tristeza, por la visibilización extra que se le da a nuestras miradas y reclamos.