Poesía, drogas y misticismo flotando en La pecera de Dios de David Alfonso Estrada
Dios me llama; con “su cuerpo de leopardo, sus piernas de hipopótamo, su cabeza de cocodrilo y su melena de león” me transmite designios que confundo con casualidades.
Llegó marzo y las jacarandas se llenan de flores, inicia el bullicio de las movilizaciones por el 8M, sentimos gusto, enojo y tristeza, por la visibilización extra que se le da a nuestras miradas y reclamos.