Una de las principales representantes del género del cuento en México es Amparo Dávila (Pinos, Zacatecas, 1928 - CDMX, 2020), autora de los libros Tiempo destrozado (1959), Música concreta (1964), Árboles petrificados (1977, Premio Xavier Villaurrutia) y Con los ojos abiertos (2008); quien también cuenta en su haber con cinco poemarios, entre ellos Salmos bajo la luna (1950), su primera obra publicada.
Es octubre y no se me ocurre una mejor temporada del año que la spooky season para hablar de las letras de Mónica Ojeda y María Fernanda Ampuero, autoras ecuatorianas brillantes y dos de las voces más poderosas de las letras latinoamericanas actuales.
En septiembre de 2019, Saint Maud —película dirigida por Rose Glass— se estrenó en el Festival Internacional de Cine de Toronto y comenzó a ser presentada en cines en 2020.
Me tomé la libertad de hablar sobre Nosferatu, la película que Murnau estrenó en marzo de 1922, con un reparto magnífico conformado por el increíble Max Schreck, un actor teatral (como la mayor parte del gremio, especialmente durante las primeras etapas del cine) que ya había participado en películas como El alcalde de Zalamea, y que siguió labrándose una extensa carrera hasta su muerte.